Por: Diana Jaramillo
Al ayudarte a ti mismo haces el acto de humildad de reconocer que el cambio fundamental empieza contigo, de este modo abres la puerta al maestro de sabiduría que habita en ti esperando a ser escuchado para dar su guía amorosa.
Antes de pretender cambiar a los demás requieres conocerte, identificar tu grandioso potencial y a la vez aceptar tus propios temores para así poder transcenderlos
Cuando reconoces que tu esencia verdadera es un ser de amor y luz que merece experiencias de armonía y plenitud, sacas el valor necesario para acallar la guía de tu falsa identidad: el ego.